lunes, 3 de noviembre de 2008

Entre la aceptación y la condena

Catalina di Candia - María José Casanova
Alumnas de 1er. año de Bachillerato.
Colegio Juan Zorrilla de San Martín, Hermanos Maristas. Montevideo, Uruguay

Entre la aceptación y la condena


Nosotras elegimos responder a la siguiente interrogante: ¿tenemos libertad al pertenecer a una tribu urbana? Optamos por ella porque es muy común ver en nuestra sociedad variadas tribus urbanas y nos pareció interesante averiguar más sobre las mismas. Quisimos indagar más en referencia a esta temática: ¿son los jóvenes que las integran verdaderamente libres o actúan como un simple rebaño agrupado?¿tenemos tanta libertad como para elegir qué tribu urbana se adapta más a nuestra identidad?
Para comenzar a responder debimos preguntarnos qué se define como tribu urbana. Por tal se entiende: “Un grupo de gente que se comporta de acuerdo a las ideologías de una subcultura, que se origina y se desarrolla en el ambiente de una urbe o ciudad.”[1]
Necesitamos definir y apoyarnos en varios conceptos para poder avanzar y formular diferentes hipótesis. Respecto a la libertad, siendo un concepto tan amplio, decidimos ajustarlo a lo que a nosotras nos concierne en este ensayo: la libertad de elección. Y la definimos como: “Nuestra capacidad para poder decidir (...) entre las distintas alternativas que se nos presenten, eligiendo aquella que deseamos llevar a la práctica.”[2] A raíz de ella es que se lleva a cabo la libertad de ejercicio: “la libertad física o de movimiento, la libertad de conciencia y de pensamiento, la libertad civil y política, la libertad religiosa y de culto, etc., libertades que deberán ayudar al desarrollo de la capacidad de autodeterminación del ser humano.” [3]
Por otro lado, y según varios autores, un individuo no es enteramente libre cuando sigue arraigado a sus lazos primarios (padre o madre), pero a su vez estos lazos le dan un sentimiento de seguridad y de pertenencia a algo. Este concepto explicaría la necesidad de afiliación que tiene todo ser humano, al cual se lo considera un ser social por naturaleza. “... porque la afiliación contribuye a satisfacer las necesidades de aprobación, apoyo, amistad, e información. También buscamos compañía, para mitigar los temores o la ansiedad. (...) En general, tendemos a buscar la compañía de personas que están en circunstancias semejantes a la nuestra.” [4]
Por otra parte, creemos necesario saber cómo definimos el concepto de identidad. Consideraremos esta respuesta: “Conjunto de rasgos propios de un individuo o de una colectividad que los caracterizan frente a los demás”[5]
Luego de esta breve explicación de términos claves, podemos centrarnos en contestar nuestra principal pregunta: ¿tenemos libertad al pertenecer a una tribu urbana? De ahí surgen varias hipótesis.

Hay quienes sostienen que no hay libertad cuando uno forma parte de estas tribus, ya que están predeterminadas las actitudes, vestimentas, simbología, ídolos, música que escuchan a través de las que generalmente muestran sus ideologías. En algunos casos se identifican con el consumo de determinadas drogas, lenguaje o forma de hablar, tribus que se consideran rivales, etc. Tomaremos como ejemplo a la tribu de los “planchas” quienes, entendemos, tienen estas características bien marcadas. El típico individuo, tiene menos de 20 años, es común que use el pelo teñido de un rubio artificial y que vista camisetas de fútbol, pantalones amplios con muchos y grandes bolsillos, gorras con visera y zapatillas deportivas caras. También tienen música con la que se identifican, como la cumbia villera, tienen rituales, como ir al ínter-bailable y también manejan su propio lenguaje que contiene sus metáforas cotidianas. Con todo esto, queremos decir que si alguien pretende integrar esta tribu, se deberán asumir todas las condiciones que la misma les exige y por lo tanto, se pierde la libertad de elegir, pues hay que seguir esos códigos.
Siguiendo esta hipótesis, podemos concluir entonces que un individuo de esta tribu no es libre porque debe seguir las reglas previamente establecidas y a la inversa, todos los que cumplen con estas características son catalogados como “planchas”.

Otra hipótesis posible sería, una persona es plenamente libre aún integrando una de estas tribus. Se basa en el argumento, de que uno en realidad tiene la libertad de optar sabiendo los exigencias que la tribus le plantean. Con esto queremos decir, que la persona es conciente de que va a perder parte de su identidad individual, para pasar a tener una identidad de grupo. Por más que las características de una tribu ya estén establecidas, la persona está optando por seguirlas, y por ende, está teniendo libertad de opción. Tomaremos como ejemplo a la tribu de los “emos”. Alguien que desee pertenecer a ésta, conoce previamente lo que ella implica, por ejemplo, usar colores negros y fucsias, gran parte de la cara cubierta por el pelo, los ojos pintados llamativamente, sienten una gran tristeza, son muy emotivos, (de ahí el nombre), y algunos a partir de esto, llegan a autoflagelarse. En definitiva, esta hipótesis sostiene que somos libres cuando integramos una tribu urbana porque somos nosotros los que decidimos todas y cada una de nuestras acciones.

La tercera y última hipótesis se ubicaría en un intermedio de las primeras dos. Explicita que uno es libre, pero con condicionamientos. Para llegar a ella nos basamos en que el contexto en el cual uno vive, nos va marcando y condicionando a la hora de querer pertenecer a una tribu. Este contexto está determinado por varios factores.
Para empezar, el lugar donde uno vive nos influye enormemente. Veamos el caso de vivir en una zona socio culturalmente carenciada de la ciudad, donde no se conoce, o no existe, otra tribu que no sean los “planchas”. Una persona habitante de ese barrio no se va a encontrar con la posibilidad de elegir otra opción de tribu ya que es la única que existe en el mismo. También, como dijimos anteriormente, al tener la necesidad de afiliarse con otros seres, no va a elegir no pertenecer a ésta porque quedaría marginado, quedaría “por fuera”.
Otro de los factores influyentes, es la época en la cual el individuo vive. Pondremos dos ejemplos para clarificar este factor, uno histórico y uno actual. Los hippies nacen en los 60 y ellos llevan a cabo un movimiento contracultural. Por ejemplo, tenían ideologías opuestas a las que se llevaban en ese momento. Surgen en un contexto de conflictos bélicos, como la Guerra Fría o la Guerra de Vietnam y por lo tanto sus actitudes e ideologías fueron y son pacifistas, como también le dieron gran importancia al amor y a la demostración del mismo. Es en ese momento que crece la sociedad consumista y ellos recurren a las cosas fabricadas manualmente. También estuvieron en contra de rígidas posturas y tabúes que se venían dando hasta el momento, dando lugar a la demostración del amor libre, mediante sexo liberal. En esos años, para un joven contestatario, la opción era ser hippie.
Refiriéndonos ahora a la actualidad, tomaremos el ejemplo de los “glams” y “floggers”. El fenómeno de la tecnología avanzando de forma muy acelerada, es un factor clave en este tipo de tribus, ya que se ven inmensamente influidas por el mismo. Y ello se da porque, gracias a que el acceso a internet es cada vez más simple y económico, son muchos los que pueden estar horas frente a una computadora. La base de estas tribus es una página en particular: http://www.fotolog.com/, en la cual suben sus fotos y esperan que sean comentadas. En estos casos les genera la necesidad de estar siempre actualizados y de mostrarse y exponerse, buscando “ser vistos” y reconocidos y así ganar posicionamiento entre sus pares y lograr popularidad. Parecería que para estos grupos su identidad pasa por tener sus “blogs” permanentemente actualizados y visitados por muchos, ya que cuantas más visitas reciben, más “prestigio” tienen. Entonces, aquel joven que busca hoy popularidad, la alternativa la encuentra en una de estas tribus.
Otra clara influencia del contexto donde vivimos, es la educación que recibimos, ya sea en nuestra familia, en los centros educativos y en nuestra comunidad. Podemos tomar como ejemplos varias tribus urbanas caracterizadas por la violencia, como los skinheads, o punks. Según algunos autores, estas tribus están integradas por hijos directos de determinados ambientes sociales en crisis. La depresión económica en zonas urbanas generando espacios de marginación, estaría influyendo en que los jóvenes se agrupen como mecanismo de autodefensa y rechazo a la generación de los padres. En otras partes del mundo, son varias las tribus de skinheads, que los fines de semana se dedican a la “caza del negro”, los "sudacas" y los magrebíes (marroquíes y argelinos) y se enzarzan en violentas batallas con las tribus de “punks” (sus enemigos naturales, ya que ellos consideran que una tribu no vive si no tiene otra enfrente).
En esta tercer hipótesis hemos venido hablando, de los factores que nos influyen cuando un/a joven integra uno de estos grupos. A su vez, cuando se trata de continuar perteneciendo a los mismos, consideramos nuevamente una libertad relativa. Nos basamos en el argumento de que una persona que ya no desea pertenecer a una tribu, va a sentir una gran presión por parte del grupo para que no lo abandone. Esto sucedería porque puede quedar marginado, ya que la tribu le da un alto valor de pertenencia y a su vez funciona como elemento protector en un entorno social. No sólo puede quedar aislado, sino que también puede ser rechazado por sus pares y ya “no pertenecer”.

En conclusión, nos parece que al momento de definir si integrar o no a una tribu urbana, una persona claramente está afectada por diversos factores ya mencionados como el contexto socio-económico, la época, la educación y cultura entre otros.
Esto nos llevaría nuestro planteo a que estaríamos ante una situación de libertad que hemos denominado condicionada o relativa. Libres, porque podemos elegir y condicionados, porque nos influye fuertemente nuestro contexto.
Ante este planteo nos surgen nuevas reflexiones, como para seguir indagando y desarrollando. Hemos visto que en todas las hipótesis queda fuertemente reflejada la necesidad de afiliación y de pertenecer que tenemos todas las personas. Constatamos de esta manera, que el ser humano necesita la aprobación, el apoyo, la compañía, la información que nos dan los otros como para evaluar nuestras propias reacciones. Por otra parte y respecto a la libertad nos preguntamos: ¿cuán condicionada está la libertad de las personas que se encuentran bajo situaciones socio-económicas críticas? ¿cuánto es posible modificar nuestro contexto para ser todos más libres?


Notas:
[1] www.wikipedia.com
[2] “Arjé” Capítulo 17: el ser humano y el problema de la libertad. Pág. 343.
[3] “Arjé” Capítulo 17: el ser humano y el problema de la libertad. Pág. 343.
[4] Introducción a la psicología. Capítulo: el hombre social. Pág. 563
[5] Diccionario de la Real Academia Española
Bibliografía:
“Arjé” Capítulo 17: el ser humano y el problema de la libertad. Pág. 341-344
Introducción a la psicología. Capítulo: el hombre social. Pág. 561-563
Diccionario de la Real Academia Española
Adela Cortina, “Ciudadanos del mundo”
http://www.elpais.com : “La identidad puede matar”
http://www.wikipedia.com
http://www.ilheus.blogcindario.com
http://www.infokrisis.blogia.com
http://www.proyectopv.org/2_verdad/tribus.htm
http://www.liberaddictus.org/Pdf/0852-82.

4 comentarios:

  1. Chicas, las felicito. Muy buen trabajo.

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  2. Las felicito por el trabajo que hicieron y por haberlo compartido. Sigan indagando!

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  3. Muy buena idea la de los ensayos.
    Muy buena idea también esta de habilitar los comentarios.
    Arriba!!

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  4. Nada, nada.

    Yo hace 21 años que soy skinhead, osea que pertenesco a una "Tribu Urbana"
    Soy Diseñador y pintor, tengo colegas que son sociologos, sicologos, Veterinarios e incluso abogados.
    Elegi libremente lo que soy, no vengo de una familia disfuncional y hoy soy padre de una hermosa chica que es metalera.
    Para muchos de los que pertenecemos a Tribus Urbanas son los otros "los normales" los que son borregos y siguen una identidad colectiva mayoritaria e impuesta.
    Yo soy libre, de ser lo que e elegido ser. La mayoria no puede decir lo mismo.

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